El pasado fin de semana del 24 al 26 de febrero de 2017, diez alumnos de 2º de Bachillerato Internacional (acompañados por dos profesoras) fuimos al evento Iminjo (Impulso a la Investigación en Jóvenes) que se realizó en la ciudad de Burgos. El fin de esa salida era exponer nuestras monografías, las que tenemos que realizar en el programa que estamos cursando. Las ponencias se realizaron el viernes por la tarde y el sábado a lo largo de todo el día. El domingo lo dedicamos para ver Atapuerca.
La verdad es que, una vez concluido este evento y vuelto ya a nuestras respectivas casas, hemos de decir que ha merecido la pena. En este evento hemos conocido a gente de otras comunidades que también cursan lo mismo que nosotros y ha resultado muy enriquecedor. Además, hemos podido asistir a las ponencias de otras monografías y realizar nuestra primera publicación oficial, que se muestra en un libro que recoge todos los resúmenes de las monografías expuestas en ese encuentro.
Por otra parte, y viendo esto desde otra perspectiva, hay que decir que este encuentro nos ha abierto la mente. Estamos metidos en un programa que funciona de una forma diferente al sistema educativo español, y hemos podido verificar que no somos los únicos, que hay más alumnos que pasan por lo mismo que nosotros, en el mismo momento que nosotros y hemos podido conocerlos. Y nos apoyamos recíprocamente. En definitiva, resulta ser un intercambio de conocimiento muy enriquecedor. Una experiencia que es, sin duda alguna, recomendable vivir.
Según nuestro punto de vista, ha merecido la pena luchar para llegar a donde estamos ahora. Llegar a ese encuentro, exponer tu monografía y sentirte un héroe. Sentir que has conseguido un objetivo, sentir que te has superado y que tu esfuerzo se ve reflejado. Puedes exponer tu trabajo, lo ve otra gente que está interesado en tu tema y te aplauden. La sensación es muy gratificante. Es decir, vale la pena esforzarse. A pesar de las dificultades y baches que pueda haber en el camino. Vida solo hay una y vivirla de una manera que nos satisface y que merece la pena, nos reconforta y nos hace sentirnos orgullosos de nosotros mismos. Un paso más adelante. Un crecimiento. Una madurez. Un progreso. Evolución. Y una recompensa de la cual se disfruta: verse valorados por el mundo exterior.
Elsa Cortés, alumna de 2º BI.
TENEMOS A DISPOSICIÓN DE LA COMUNIDAD EDUCATIVA VARIOS VOLÚMENES IMPRESOS CON LOS RESÚMENES DE LAS MONOGRAFÍAS (CONSULTAD CON LA COORDINADORA DEL PROGRAMA O CON DIRECCIÓN)